Si miráis por la ventana que tengáis más cerca seguramente estará lloviendo. Es normal, estamos en otoño, y es lo que toca, aunque a algunos no nos guste. Así que en un día otoñal a más no poder he pensado que una imagen como ésta era la más apropiada. Y eso que no está tomada en otoño sino en primavera, que como sabréis también es una estación en la que es probable que llueva, como bien pudimos comprobar en nuestro segundo viaje a la Gran Manzana (que es al que pertenece esta toma).
Aquel día nos cayó un buen chaparrón mientras visitábamos el Upper East Side, donde está situado el Museo Guggemheim del que ya os hablé en esta otra entrada. Para entrar además hubo que esperar un rato de cola ya que aprovechamos la tarde en la que el acceso es gratuito. En ese rato pude hacer algunas fotos de éstas que me gustan mucho, con elementos de la imagen que aparecen movidos.
Para los no iniciados, esto se consigue usando una velocidad de obturación relativamente baja, para que los objetos que se estén moviendo salgan borrosos mientras que el resto aparece suficientemente nítido. Para lograrlo se requiere algo de experiencia y mucha práctica. Por lo demás, la imagen sufrió un proceso posterior de retoque en el que pretendí potenciar los colores más puros que aparecen en la foto (el paraguas azul del centro, la chaqueta amarilla del niño...).
El resultado a la vista está y espero que os guste.
Saludos y gracias por pasaros.
